PERIODISMO

De las ciencias sociales a la comunicación

Llegué al periodismo a partir de las limitaciones que encontré en los informes finales de las investigaciones antropológicas. Las historias que había escuchado, las personas que había conocido y los pueblos donde había vivido merecían tener más difusión que la de un documento que sería leído por muy pocos.

He publicado reportajes en medios digitales e impresos en Perú, Chile y España, cubriendo temas como viajes, arte o responsabilidad social corporativa. Como coordinadora editorial me encargué de la investigación, redacción y edición del libro Zen, 110 Años en América del Sur (Lima, 2013); Quintaesencia en España (Barcelona 2009-2008) y Domine Maris (Barcelona 2009).

Creo que el periodismo puede ser una valiosa herramienta para difundir historias, abrir los ojos hacia realidades diferentes y generar pequeños-grandes cambios que alimenten el esfuerzo de vivir en sociedades más inclusivas.

Fotografía documental

No había cumplido los diez años que ya utilizaba la vieja cámara Canon A-1 de mis padres en nuestros viajes familiares en Perú y América Latina. En la universidad tomé mis primeros cursos de fotografía y descubrí maravillada un ignorado cuarto oscuro. En ese reino analógico lo más trascendente que revelé fue el darme cuenta que necesitaba de la fotografía como vía de escape y espacio creativo. Años más tarde pude hacer un postgrado en fotoperiodismo en Barcelona. Había que hacerlo oficial.

Acompañar mis trabajos de campo como antropóloga de una cámara me resultó natural. Quería darle rostro a todos los testimonios, a todas aquellas personas que con paciencia y generosidad aceptaban someterse a largas entrevistas e interrogatorios día tras día. Actualmente, como fotoperiodista, busco completar el mundo de las palabras con el de las imágenes para poder transmitir las historias de la forma más cercana posible. Y a donde voy, va mi cámara.